por Arturo Sarmiento
Adam Warren es uno de los artistas de comics que ha caído en lo que podríamos llamar un comportamiento de súper estrella. Su trabajo no es publicado de forma constante, pero ha logrado crear una enorme y leal base de fans que esperan ansiosos su próximo proyecto y lo reciben con gran aceptación cuando este por fin sale, sin importar cuantas veces se haya visto retrasado.
Podemos ver este comportamiento en otros artistas como J. Scott Campbell, Joe Madureira y Jim Lee. Su estilo es altamente definido y estético, perfectamente diferenciable de cualquier otro dibujante. Las razones que este tipo de artistas puedan tener para que su trabajo no sea publicado de forma continua llegan a ser muy distintas, como demasiado trabajo en otras áreas, falta de concentración por hacer más de un proyecto a la vez o, incluso, pasar demasiadas horas jugando video juegos.
En el caso de Warren su problema radica en que muchos de sus proyectos no llegan a ser aprobados. Su producción es continua y parece que su ritmo de trabajo es rápido, sin embargo sus series siempre han visto bajos niveles de venta en general, a pesar de ser bastante bien recibidas por la crítica.
Debido a todo esto es una grata sorpresa descubrir que durante este año, no sólo uno, sino dos proyectos de Warren han sido publicados, casi simultáneamente. El primero de ellos, como comentamos en su momento, es Empowered, una comedia de súper héroes publicada por Dark Horse. El segundo de ellos es Iron Man: Hypervelocity.
Seguir leyendo ‘Reseña Iron Man: Hypervelocity’
Chillidos de Mandril (comentarios)